Entre los escritores de cierta relevancia y aceptación popular algunos de ellos se muestran preocupados por la insuficiente calidad de muchos libros que se publican, no por los suyos, precisamente, e inquietos por la incesante aparición de nuevos autores que pueden suponer una mayor competencia y supuesta mente disputarles su espacio en el mercado. .... Estas personas y otras cercanas a las letras y a los libros se atribuyen la autoridad exclusiva de emitir opiniones en representación de la sociedad de consumo que tienden a disuadir y a desacreditar a los escritores principiantes, a los atrevidos, a los intrusos, a los triviales, a los carentes de oficio, a los recién llegados......... Por favor, todo el mundo tiene el derecho de defender sus intereses y de querer consolidar una posición, pero también todas las personas tienen el derecho a escribir lo que les venga en gana, incluso a equivocarse; seria bueno que ninguna persona fuera quien para quitar la ilusión de escribir a otra, una de las actividades reflexivas más completas que se pueden hacer, de probar, de descubrir, de experimentar......... Luego cada uno y cada una recorrerán su camino y llegaran donde deban o puedan llegar, por sus méritos, por las facilidades y por los obstáculos que encontrarán por doquier, por el mercado mismo, etc....
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