sábado, 4 de junio de 2011

José Martí

(La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó una gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema «Abdalá».
A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas. Realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto. Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama Adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza.

Juan Bosch Politico y Escritores.


      Juan Bosch nació en La Vega, República Dominicana, el 30 de junio de 1909 y murió en Santo Domingo el 1 de noviembre de 2001.
      El profesor Juan Bosch, narrador, ensayista, educador, historiador, biógrafo, político, ex-presidente de la República Dominicana, inició su carrera literaria con un pequeño libro de cuentos, Camino Real (1933), donde narraba en gran parte lo que había visto, escuchado y vivido en su pueblo, La Vega. De esa misma época, es su primera novela breve La Mañosa (1936), donde el personaje central es una mula y el narrador es un niño enfermizo.
          Después, antes de salir al exilio, donde viviría durante más de veinte años, el precursor del cuento dominicano publicaría sus cuentos en periódicos y revistas dominicanas. De aquella época son «La mujer» (cuento que ha sido seleccionado por casi la totalidad de las antologías de cuentos de Hispanoamérica), «Dos pesos de agua» y «El abuelo».
          Pero cuando el profesor Bosch regresó a la República Dominicana, apenas los más viejos conocían que era cuentista. A su llegada, se reunieron sus cuentos en dos volúmenes: Cuentos escritos en el exilio (1964), que incluía «Cuento de Navidad» y «Manuel Sicurí», publicados en ediciones independientes en el extranjero, y Más cuentos escritos en el exilio, (1964), donde se incluyeron, también, cuentos publicados en ediciones independientes, como «La muchacha de la Güaira», publicado en Chile, en 1955.
          Pero Bosch ya había publicado libros, en el extranjero, no precisamentede cuentos, que lo habían dado a conocerer en otros países como biógrafo y ensayista, antes que en su propio país, como Hostos, el sembrador (Cuba, 1939), Judas Iscariote, el calumniado (Chile, 1955).
          Aunque dejó de escribir cuentos desde los años sesenta (el último o escribió para una antologia de cuentos para niños, preparada por el pianista, poeta y dramaturgo Manuel Rueda), el profesor Bosch es reconocido como el precursor del cuento y, sobre todo, de la narrativa social dominicana.).
          Con una prosa imitada por pocos narradores dominicanos de hoy (por lo díficil, aunque se trate de decir lo contrario), en los cuentos de Bosch la problemática social (la preocupación por el hombre y por la fuerza de los procesos sociales que ejercen sobre el individuo) es tratada desde diferentes ángulos, sin hacer, casi siempre, alusión a sistemas o gobiernos determinados.
          Pero no sólo los cuentos del profesor Bosch son guías para el cuentista, si no que sus Apuntes sobre el arte de escribir cuentos es un texto para los estudiantes de otros países como Cuba, llegando a llamar la atención del narrador colombiano Gabriel García Márquez, quien ha declarado más de una vez que Bosch es su profesor).
          La última creación narrativa del profesor Bosch, la novela El oro y la paz (Premio Novela Nacional de Literatura, 1975), aunque escrita en dos versiones, a primera en 1957, mientras el escritor se hallaba viviendo en Cuba, en su primer exilio, y la segunda versión en Puerto Rico, 1964, donde estuvo pasando su otro exilio, es una obra maestra en a Literatura dominicana).
        Las obras de Bosch comprenden, también, ensayos y biografías de grandes figuras de la historia sagrada.
         Es díficil, por no decir imposible, resumir los temas en los cuentos de Juan Bosch. Hay, sin embargo, dos preocupaciones que aparecen en sus mejores cuentos: los problemas sociales, y la preocupación filosófica (por no decir, existencial). Ahí están «La nochebuena de Encarnación Mendoza» (para nosotros, su cuento más perfecto), «Los amos», «Luis Pié», «La muchacha de la Güaira», «Dos pesos de agua» y «La mujer»

Aurelia Castillo de González


Aurelia Castillo de González nació en la legendaria provincia de Camagüey, en los primeros días del mes de Enero de 1842.

Mujer de revelantes méritos por las múltiples facetas de su personalidad brillante, se destacó en el mundo de las letras y sobresalió como patriota fervorosa por sus grandes servicios en la santa causa de la Libertad.

Corría el año de 1895, el General Valeriano Weyler, con su carácter déspota, sus órdenes encaminadas al exterminio y las continuadas demostraciones de tiranía, tenía ensombrecida la isla de un extremo al otro.

Delatada la eximia camagüeyana por sus actividades revolucionarias, fue decretada su expulsión de la patria amada, cuya libertad anhelara a través de su dulce y delicada lira.

Casada con el Comandante de Infantería Española Julián González, no cesaba Aurelia de reclamar la independencia de Cuba, motivo por lo que ambos esposos se ganaron la desconfianza del Gobierno, desde mucho antes de estallar la guerra grande; pero el hecho quedó de manifiesto, cuando el Comandante González hizo en público manifestaciones de airada protesta por el fusilamiento injusto del noble médico cubano Dr. Antonio Luaces Iraola, que exaltó las iras del Brigadier Ampudia del Ejercito Español.

En momentos extraordinariamente difíciles y poniendo en peligro sus vidas, salieron del país los esposos Castillo-González, refugiándose en Santa Cruz de Tenerife.

La pérdida de la carrera del compañero de su vida, la exposición a que se sometieron, la cercana muerte que los rondo, no contribuyeron en nada aminorar el ánimo de la camagüeyana ilustre, que prosiguió desde tan lejos cooperando en la santa causa de la Libertad.

Perseguidos constantemente por sus actividades políticas, pasaron de Tenerife a Barcelona, lugar en que volvió Aurelia a proseguir su labor revolucionaria.

Puede asegurarse que la patriota se impuso a la poetisa, pues no volvió a escribir un solo verso hasta después de lograda la independencia, fecha en que regresó a su patria para no volver a salir de ella.

En el campo de la Literatura Aurelia Castillo es altamente conocida dentro y fuera de su país. Fue fecunda en toda clase de producciones: las fábulas rimadas, los sonetos, odas, elegías, etc., de la exquisita camagüeyana, figuran en nuestros principales libros de texto, desde el comienzo de la República.

Sus prosas magníficas en libros, folletos, revistas, periódicos, etc., han sido comentados muy favorablemente en todos los tiempos, y desde el punto de vista de su labor patriótica, se supero a sí misma en todo momento, ya que prefirió perder posición económica y social, tranquilidad y hasta salud, antes que vivir en una patria oprimida que hacía enmudecer las cuerdas de su lira.

En la Ciudad de La Habana, el día 7 de Agosto de 1920, dejo de existir; pero su nombre inmortal perdurará siempre significando eternamente sus méritos literarios y patrióticos.


Tratamos de mantener el formato original. Presentamos el texto lo más fiel posible a como aparece en el libro “Patriotas Cubanas” por la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta efectuando menores actualizaciones en la acentuación y ortografía.

Escritores

Aurelia Castillo de Peláez   Primera mujer en escribir una Enciclopedia en la Republica Dominicana.del pueblo de.
San Pedro de Macorís es una de las 31 provincias de la República Dominicana situada en el sureste del país;