miércoles, 17 de agosto de 2011

Leonel Fernández Reyna

Leonel Antonio Fernández Reyna (n. 26 de diciembre de 1953) es un abogado, académico y político dominicano. Actualmente es el Presidente de la República Dominicana desde el 2004.
Cumple su segundo periodo consecutivo como presidente, luego de ser reelecto en las elecciones presidenciales de 2008 con un 53%, para un tercer mandato que concluye en 2012.[1]
Fue presidente de la República Dominicana durante los periodos 1996-2000 y 2004-2008. Es uno de los pocos políticos dominicanos en ocupar la presidencia en tres ocasiones en la historia del país,[2] y ha sido el primer Jefe de Estado salido de las filas del Partido de la Liberación Dominicana, siendo electo en enero del año 2002 como presidente de esa organización.
Su administración enfatiza el desarrollo tecnológico y la estabilidad macroeconómica, aunque es criticado por su falta de atención a las cuestiones sociales.Primeros años
Fernández nació el 26 de diciembre del 1953 en Villa Juana, un sector de Santo Domingo en la República Dominicana.[3] Hijo de José Antonio Fernández Collado y Yolanda Reyna Romero. Su familia se mudó a los Estados Unidos donde pasó su infancia y sus años de formación en Washington Heights, Nueva York.
Cuando terminó la escuela secundaria en Nueva York, regresó a su país y comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Allí se unió al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973, cuando Juan Bosch abandonó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para crear el nuevo partido. Fernández fue discípulo cercano de Bosch, y se presentó como candidato a la vicepresidencia junto a éste durante las elección presidenciales de 1994.

Vida académica

En sus primeros años de universidad formó parte del movimiento estudiantil de la década de 1970, en el que llegó a ocupar el cargo de secretario general de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UASD, habiendo participado activamente en las jornadas reivindicativas.
En 1978, Fernández obtuvo el título de Doctor en Derecho Magna Cum Laude, lo que le valió el premio J. Humberto Ducoudray, por haber sido el estudiante más sobresaliente de su promoción. Su tesis doctoral El Delito de Opinión Pública se refirió al tema de la opinión pública y a las figuras que construyen el delito sobre la emisión del pensamiento. Ha sido profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en las áreas de sociología de la comunicación, derecho de prensa y relaciones internacionales.

 Incursión en la política

Su creciente incidencia en los círculos intelectuales a través de conferencias, trabajos periodísticos y debates, fue pareja con una progresiva ascendencia en el seno de su partido, que lo llevó a ocupar posiciones de gran responsabilidad política, convirtiéndolo en miembro del Comité Central, en 1985, y del Comité Político, en 1990. En el PLD ha ocupado la Secretaría de Asuntos Internacionales y de Prensa, y fue director de la revista Política, Teoría y Acción.
Fernández fue seleccionado como candidato vicepresidencial junto a Juan Bosch, durante las elecciones presidenciales de 1994, pero resultaron derrotados por el presidente Balaguer que buscaba la reelección.

 Pacto con Balaguer y toma de posesión

Sin embargo las graves evidencias de fraude, crearon una crisis política donde Balaguer se vio obligado a adelantar los nuevos comicios en 1996, en los que Fernández fue presentado por su partido para la candidatura presidencial. En la primera ronda de estás elecciones que se realizaron el 16 de mayo Fernández obtuvo el 38.9% de los votos, en segundo lugar detrás del candidato del PRD José Francisco Peña Gómez. En la segunda ronda el 30 de junio, alcanzó el 51%, frente a un 49% que obtuviese Peña Gómez. Debido a esto surgió una alianza denominada Frente Patriótico, que conformaran Juan Bosch y Joaquín Balaguer, logrando así Fernández la victoria. Primer mandato presidencial (1996-2000)
Fue juramentado presidente el 16 de agosto de 1996, sucediendo a Joaquín Balaguer, para convertirse en el primer Jefe de Estado que surge del Partido de la Liberación Dominicana y uno de los más jóvenes estadistas de Latinoamérica en ese entonces.
Durante su período de gobierno, la agenda política de Fernández se centró en críticas y austeras reformas económicas y en mejorar la macroeconomía. Incentivó la participación en organizaciones políticas y económicas del hemisferio, como la Organización de Estados Americanos OEA y la Cumbre de las Américas. La economía dominicana disfrutó de una tasa de crecimiento promedio de siete por ciento, el más alto de América Latina en ese período, junto con países como Corea del Sur.La inflación se estabilizó por debajo de un dígito, el más bajo de toda América Latina. Su gobierno se enfocó en la creación de proyectos de infraestructura, que incluían la construcción de elevados viales, túneles, y bulevares en el centro de la ciudad de Santo Domingo, especificamente en las avenidas 27 de febrero y John F. Kennedy. Favoreció la inversión extranjera, pero se descuidaba en sectores sociales como educación y salud pública. Fernández emprendió una dinámica y agresiva política exterior que rescató a la República Dominicana de su aislamiento tradicional y la colocó en el mismo centro de los procesos de integración regional, apertura de mercados y globalización.
Fernández también inició un plan muy personal y con visión de futuro para ejecutar en la República Dominicana. Además se propuso desarrollar el país comparativamente y haciendo referencia a los del primer mundo, diciendo "Nosotros podemos ser el Singapur del Caribe".
Convencido de que el desarrollo de la tecnología de la información y comunicaciones representa el motor más poderoso para el progreso de una nación moderna, y después de descuidar la educación en principio, dedicó esfuerzos especiales a equipar todas las escuelas públicas secundarias del país de laboratorios de informática. Instauró el premio a los estudiantes meritorios, otorgado mensualmente a nivel nacional; promovió la cultura de la lectura a través de las competencias denominadas Olimpíadas de lectura y dejó establecida la Feria Internacional del Libro Santo Domingo. Estableció el desayuno escolar, favoreciendo así a una gran población estudiantil de escasos recursos.
El 10 de septiembre de 1997 crea la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) mediante el Decreto presidencial No. 393-97. Organismo encargado de ordenar el transporte en la República Dominicana. A la vez ese mismo año se crea mediante el Decreto presidencial No. 448-97 la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), la cual se encarga del transporte público bajo administración del Estado.
En el plano económico, el gobierno de Fernández puso en marcha programas para la creación de empleos, dando apoyo financiero a las micros, pequeñas y medianas empresas, construyendo nuevas zonas francas industriales y realizando una activa estrategia para captar capitales extranjeros. Sin embargo, sectores de la sociedad civil argumentaron que esos logros no se tradujeron en una mejoría en los ingresos o la calidad de vida del pueblo dominicano. Además fue muy criticado en una parte de su política económica que consistía en la privatización de empresas del estado como la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE). Algunos sectores alegan que la crisis eléctrica se profundizó debido a su privatización.
Bajo su mandato se elaboró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los países de CARICOM y Centroamérica.
Fernández no aspiró a un segundo mandato ya que constitucionalmente estaba prohibido que un presidente gobernase en periodos consecutivos, y por lo tanto, su partido eligió a su segundo hombre de confianza, Danilo Medina, como su candidato para las elecciones de 2000. Sin embargo, Medina fue derrotado por el líder carismático populista del PRD, Hipólito Mejía, quien capturó el sentimiento popular de la época, aprovechando que muchos dominicanos consideraron que las reformas y el alegado crecimiento económico de Fernández no se reflejaba en su vida cotidiana.

 Segundo mandato presidencial (2004-2008)

 
Fernández Reyna junto al presidente de Brasil Inácio Lula da Silva, las primeras damas Marisa Letícia Rocco y Margarita Cedeño
Fernández fue elegido para un segundo mandato en las elecciones presidenciales celebradas el 16 de mayo de 2004 con una mayoría absoluta y el segundo porcentaje más alto en la historia Dominicana (57%), representando al PLD. Su victoria se debió en gran parte a la caída de la economía dominicana producto de los desaciertos del gobierno de Hipólito Mejía. Fernández encontró una atmósfera donde primaban los altos precios del petróleo y una economía en crisis internacionales después del 9/11, un endeudamiento excesivo durante el gobierno de Mejía y el fracaso de tres de los mayores bancos del país: Banco Intercontinental (Baninter), Bancrédito y Banco Mercantil. En un esfuerzo por evitar un mayor caos económico, el gobierno de Mejía le pagó a los clientes de los bancos generando así deudas públicas aún mayor. Algunos de los banqueros implicados han sido juzgados y apresados, sin embargo, la magnitud de sus fraudes es difícil de medir por el vinculo que existe entre ellos y las administraciones de Fernández y Mejía, respectivamente. Se ha hecho casi imposible lograr una verdadera contabilidad de lo que dio lugar a la quiebra.
Fernández fue juramentado oficialmente el 16 de agosto de 2004. Él es visto por muchos dominicanos como un pensador innovador, sin embargo se le considera muy tradicional en relación con la inversión social. Según el sociólogo dominicano José Oviedo, "El país confía en él con la economía, pero no parecen prestar mucha atención a las cuestiones sociales." La prosperidad económica, de la que se jacta su gobierno, no parece llegar a la gente.[4]
Al iniciar su segundo mandato presidencial tuvo que lidiar con la crisis económica heredada del gobierno anterior, fruto del rescate bancario originado los malos manejos de algunos sectores de la banca privada y que se había estado gestando desde finales de los años 80. Esto trajo consigo un costo para la economía local. Para combatir esta crisis fueron necesarias tomar medidas drásticas como la reducción de la tasa del dólar, medida que provocó la pérdida de más de 120,000 empleos en las zonas francas y un salto impresionante en la deuda interna. Esta deuda, conocida como "déficit cuasi-fiscal" motivó la introducción al Congreso de una ley con el objetivo de desmontarla a diez años. Los implicados en este caso, parte de los que fueron condenados, fueron puestos en libertad mediante un decreto de Fernández, lo cual fue muy criticado por diversos sectores.

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